lunes, 28 de enero de 2008

CAPITAL DE PROVINCIA

LA PROVINCIA DE CHUMBIVILCAS

División Política Chumbivilcas
La provincia se divide en 8 distritos:

Santo Tomás
Capacmarca
Chamaca
Colquemarca
Livitaca
Llusco
Quiñota
Velille

Su capital es el distrito de Santo Tomás
Tiene un total de 77 Comunidades.

Población:

La provincia tiene una población aproximada de 72.884 habitantes. Mayormente de condición media. Destacan en la presentación las fiestas tradicionales. Los trajes típicos, los Caballos y los Toros Bravos que se hallan en sus cerros y quebrados.
El Chumbivilcano en las fiestas usa su traje característico. Los hombres con su karawatana, y su poncho rojo ensillado en su caballo, también lleva espuelas amarrados en el calzado, el lazo y el liwi de batalla, antiguamente portaban escopetas por seguridad, y las alforjas en su caballo nuca vacias. Las lindas chicas con sus trajes coloridos, la Pollera, el sombrero, bluza, botines de cuero y su liklla.

Ubicación hidrográfica.

Vertiente
Atlántico
Cuenca
Ucayali

Ubicación geográfica.

Latitud : 13º 55' 41 a 14º 52' 58
Longitud : 71º 29' 50 a 72º 30' 00
Altitud media : 3 995 msnm
Altitud mínima : 2 550 msnm
Altitud máxima : 5 438 msnm

Superficie.

5 371.10 km²

Características Físicas y Ambientales.
Clima.


Las condiciones climáticas que se presentan en la provincia de Chumbivilcas, son tan variadas que su caracterización resulta de mucha importancia, ya que el clima determina el tipo de vegetación y la distribución de la población en el tiempo y espacio provincial.

Accesibilidad

Carretera : Cusco - Paruro - Santo Tomás
Cusco - Espinar - Vellile - Santo Tomás Cusco - Yanaoca - Livitaca - *Velille - Santo Tomás
Arequipa - Espinar - Velille - Santo Tomás

Historia

El mapa del territorio chumbivilcano prehispánico es todavía provisional y sujeto a las múltiples revisiones que traerán los análisis e investigaciones históricas en curso. Sin embargo, la no menos abundante información existente ayuda a establecer los parámetros generales de una geografía “indígena” y la impuesta o creada por el colonialismo español. Esta distinción es clave para entender lo que es exactamente una "Región” andina, cómo es el carácter social e histórico de un territorio (a diferencia de un espacio o geografía natural o ecológico) y la repercusión del proceso de constitución territorial en la organización social e ideología propias de las comunidades contemporáneas.

En primer lugar, sabemos que en la zona de lo que hoy constituye la provincia de Chumbivilcas, en los años inmediatamente anteriores a la conquista habitaban, por los menos, tres grupos sociales. Estos grupos se diferenciaron por su acceso a recursos económicos y poder político, como por sus idiomas y posibles orígenes étnicos. Así en los territorios que hoy constituyen los distritos de Velille, Chamaca, Santo Tomás, Colquemarca, Livitaca (provincia de Chumbivilcas), y Omacha (provincia de Paruro), vivía gente que hablada el idioma “chumbivilcano” (idioma hasta ahora desconocido), y otros que hablaban el Quechua, conocido como “la lengua general de los incas”. Los primeros vivían en punas y caseríos alrededor de Colquemarca, Livitaca, Velille y Santo Tomás, poblaciones incaicas donde predicaban el segundo grupo, de la nobleza quechua-hablante. En términos de diferenciación o status social, estos grupos correspondían, respectivamente, a una etnia de tributarios locales (los chumbivilcanos), y a una elite de introducción más reciente y vinculada al Estado Inca en el Cusco (los quechua-hablantes). Además, había otro grupo de aymarahablantes residentes en la región de Llusco, población conocida en la época pre-hispánica como “Cusco” y sede de otro grupo de la nobleza inca (citado por Acuña, 1965).
Si pensamos en cómo fueron las comunicaciones chumbivilcanas en la sociedad incaica, tendremos que pensar en estos vínculos institucionales y sociales entre etnias locales y representantes del Estado Inca a nivel regional. En el caso de la etnia chumbivilcana, destacamos cinco aspectos o rasgos generales de su organización social.

• En primer lugar encontramos una clara división dual entre las mitades (sayas) De Hanan y Hurin dentro de la población chumbuvilcana. Los datos sobre estas divisiones duales provienen de fuentes españolas que se refieren a la organización de los repartimientos y reducciones establecidos por el nuevo gobierno colonial. Por esta razón, es difícil saber cómo eran exactamente las sayas chumbivilcanas pre-colombinas porque los repartimientos españoles no siempre mantenían los mismos criterios andinos que antes regían en la organización social incaica (o preincaica).

• Junto a los Hanan y Hurin de Santo Tomás y los Hanan y Hurin de Colquemarca habían un tercer grupo de distinto origen étnico. En Colquemarca, ese “tercer grupo” habitada en la zona de los que hoy son las comunidades de Yanque, Laccalacca, Parccobamba y Charamoray. En Santo Tomás, eran los Ancoyocondes, poblados en la zona al sureste de Santo Tomás. Los dos grupos
los ancoyocondes y los yanques- estaban probablemente relacionados con los condes de Collaguas (Arequipa) y con los “condes del Cusco”, parte del corregimiento de Chumbivilcas y contiguos a los Ancoyocondes de Santo Tomás.

• El tercer aspecto fue una consistente división decimal al interior de cada repartimiento de los Chumbivilcas. Así, Santo Tomás de los Ancoyocondes contenían cada uno diez estancias. De manera semejante, Colquemarca, Velille, Chamaca, Livitaca, Capacmarca, y Llusco-Quiñota estaban compuestos por diez ayllus cada uno.

• En la colonia, producto de las reducciones aplicadas por Toledo, los chumbivilcanos y condes, después restringidos a Velille y Santo Tomás, tenían vínculos territoriales con los condesuyos del Cusco (cotahuasi) y de Arequipa (collagua). Los indios que eran colocados por los españoles en la reducción de Omacha (provincia de Paruro) mantenían relaciones productivas y étnicas con los demás chumbivilcanos, constituyendo de esta manera, una especie de “puente” entre el territorio de los que hoy es chumbivilcas y las provincias circunvecinas de Canchis, Acomayo, Paruro y Quispicanchis.

• Finalmente según estudios preliminares de las recomposiciones de tierras y especialmente de los “agravios” documentados por Fray Domingo Cabrera Lartaún en su revista de 1656-7 (MAA-Sicuani, títulos de comunidades, varios expedientes), parece que cada ayllu o parcialidad chumbivilcana, tenía lo que se llamaba “punas”. Esas eran como islas de tierras a veces muy distantes del territorio central de una población, pero aparentemente no diferenciadas ni ecológicamente ni como zonas productivas de aquellas. Con las reparticiones españolas, estas "punas" les fueron arrebatadas a las comunidades, con la excepción de tres casos: Cangalli (Velille), Waroqo (Colquemarca) y Huininguiri (ayllu de los ancoyocondes de Santo Tomás).
El territorio y la identidad social de los antiguos chumbivilcanos giraban entonces, alrededor de estos cinco ejes organizacionales: la división dual, la presencia del “tercer grupo” con vínculos étnicos con Arequipa, y que eran posiblemente mitimaes incas (precintas), la organización decimal y los territorios discontinuos que pertenecían a distintos ayllus o parcialidades a través de dos mecanismos “peninsulares” e islas o “punas”. Los chumbivilcanos compartían algunas de estas características con muchas otras etnias prehispanicas y como tal se constituye en rasgos casi universales de la organización social andina.

La sede del corregimiento de Chumbivilcas se estableció desde los primeros años de la colonia en la pequeña población de Velille. Allí se concentraban los funcionarios encargados de la colección de tributos y diezmos, la administración de la mita a Huancavelica, y otros asuntos tanto eclesiástico como seculares o fiscales. La ubicación de Velille prestaba a estos oficiales una cierta facilidad para cumplir con sus deberes administrativos gracias a su posición relativamente central con respecto a los demás repartimientos de [[Santo Tomás}} y Colquemarca, Chamaca, Livitaca y los Condesuyos del Cusco, en ese entonces todavía parte integral del territorio chumbivilcano.

Mientras que los funcionarios coloniales se concentraban en Velille, con sus elegantes casas, puentes y plazas, la población agraria española mostraba tendencias opuestas. A través de la colonia, las reducciones chumbivilcanas con el más alto porcentaje de habitantes españoles eran las de Capacmarca, Chamaca y Colquemarca. Estos últimos eran tradicionales sedes de las haciendas ganaderas más grandes de la provincia, y de las familias terratenientes más temidas y poderosas. Santo Tomás, la actual capital provincial, ocupa también un lugar secundario, tanto en términos de su población española como por su poca ascendencia económica y reducido número de propiedades españolas. Llusco y Quiñota (dos pueblos pertenecientes a un solo repartimiento), tenían aún menos residentes españoles, y apenas una o dos pequeñas haciendas. Los pueblos de Alca, Toro, y Tomepampa en los Condesuyos del Cusco, mantenían un nivel igualmente reducido de habitantes y propiedades españolas hasta fines del siglo XVIII. Aunque su vecino pueblo de Cotahuasi si contenía grandes y ricas propiedades especializadas en la producción de “`productos de quebrada” (trigo, maíz, etc.), a diferencia de la producción mayormente ganadera de las demás haciendas chumbivilcanas.

Las alianzas entre indígenas sin tierras y los poderosos terratenientes se contrastan con la poca amistad existente en algunos casos entre los administradores españoles y estos mismos hacendados. Una expresión frecuente de esta clase de conflictos dentro de la población española chumbivilcana era la competencia entre representantes de la Corona y propietarios de minas en el mismo Chumbivilcas por acceso a la mano de obra indígena o los mitayos. En muchos de estos casos los hacendados mineros se presentaron como defensores de los indígenas, tanto en el sentido de “salvarles” de la temida mita a Huancavelica (mandándolos en cambio a trabajos a sus propias minas), como por el afán de proporcionar un desarrollo económico más propicio a la economía mercantil.

Desde la perspectiva de los indígenas o campesinos coloniales, esta ruptura o división dentro de la economía chumbivilcana española se sentía no solamente en términos de los conflictos clasistas, sino incursionaban dentro de sus propias comunidades. También repercutía en la manera en que los mismos españoles intentaron re-estructurar la base territorial de los ayllus o “comunidades” indígenas. Muchas de las haciendas formadas durante este período colonial se originaba en “tierras amparadas” formadas de las “sobras” de las primeras reparticiones hechas en nombre de parcialidades indígenas composiciones y revisitas, la mayoría de las cuales se dedicaba (como en otras partes del Perú) a la progresiva reducción de tierras comunales que de todas maneras ya eran pobres e insuficientes.

El otro impacto de las haciendas y reparticiones era la reducción cada vez más crítica de tierras cultivables y la consiguiente creación de una dependencia de la ganadería por parte de los comunes de indios que antes producían quinua, y otros cultivos. Esta misma rama de la producción la que después viene a ser el mecanismo predominante de la agresión de gamonales y abigeos contra las comunidades del siglo XIX y XX, y de las olas de usurpaciones de tierras que acompañaba al auge del mercado internacional de lana en este mismo período. Visto grosso modo entonces, vemos a lo largo de la época colonial una evolución territorial y social caracterizado por los siguientes elementos:

• La disrupción de antiguas redes de organización regional, comercial y productiva por la imposición de nuevos criterios localizantes y circunscriptivos de la tendencia de tierras.
• La creación de punas mayormente despobladas en los espacios extensos dejados a próposito entre las nuevas formadas por Toledo y posteriormente vaciadas aún más por el impacto de la mita a Huancavelica, en las tasas de mortalidad y migración.
• La progresiva ocupación de estas punas vacía con propiedades españolas dedicadas en su mayoría a la producción genadera; producción que seguía aumentando en importancia a través de la colonia y época republicana a costa de las tierras agrícolas antes explotadas en la producción de papas, y otros víveres, por las parcialidades indígenas.
• La división del territorio chumbivilcano en dos esferas bien demarcadas tanto en territorios económicos -distributivos como en cuanto a la misma identidad socio- cultural que viene emergiendo en la zona. Esas esferas son por un lado, los intereses económicos y predominantemente ganaderos que van ligando chumbivilcas y Arequipa, y por el otro, los vínculos administrativos, estatales e históricos entre Chumbivilcas y el Cusco.
Las contradicciones que surgían por el territorio colonial chumbivilcano contribuyeron en los siguientes siglos a la elaboración de una cultura alternativa; una cultura que sigue siendo conocida como propia de los "qorilazos". Esos hombres de los "lazos dorados" se identificaban plenamente con las mismas punas solitarias y supuestamente vacías que fueron base para la expansión de sus extensas haciendas ganaderas. Sin embargo, el carácter "vacío" de las punas es el producto social tanto de las políticas poblaciones y económicas formuladas por la colonia, como de las imágenes culturales formuladas según las necesidades sociales de hombres que querían apropiarse de estos espacios vacíos, anti sociales y supuestamente infértiles para la acumulación y producción ganadera.

Los intereses de concentración de poder y acumulación de riqueza se expresan también en el abigeato. La versión más común sobre los orígenes de esta actividad atribuye los primeros robos a los mismos gamonales: robaban a los comuneros como una manera de fomentar su dependencia económica de las haciendas y también como una forma de aumentar sus propias riquezas a través de la venta o consumo del ganado robado. De ahí que como manera de vengarse de los gamonales, los campesinos también empezaron a robar con más frecuencia y con más "arte"- no solamente a los gamonales-abigeos, sino también a su propios vecinos. Este periodo formativo del abigeato coincide con la época de expansión de las haciendas ganaderas a fines del siglo XIX y primeras décadas del presente siglo. Hoy en día el abigeato constituye el tema de conversación y reflexión más común para chumbivilcanos de toda estirpe.

Finalmente, debemos manifestar que mucho de la actual estructura social y económica de la Provincia de Chumbivilcas corresponde a este proceso histórico, que ha sido siendo modificado y trastocado por los diferentes procesos históricos que han venido ocurriendo, el más reciente es la Ley Reforma Agraria que ha modificado la estructura social y de propiedad de la tierra, siendo hoy la base social las familias organizadas en comunidades campesinas.

2 comentarios:

JUVEHF dijo...

LVITACA ES UNA TIERRA HERMOSA,ME GUSTARIA VISITARLO, A PESAR QUE SOY CHUMBIVILCANO ES UNA PENA QUE NO LA CONOSCA, NO PIERDO LAS ESPERANZAS DE QUE ALGUN DIA LO VISITARE, BUENO SALUDOS AMIGO LIVITAQUEÑO HAVER SI VISITAS MI BLOGG:
http://chumbivilcasarequipa.blogspot.com/

Unknown dijo...

Alguien me puede decir donde puedo encontrar más inf del Fray Domingo Cabrera Lartaun porfavor